Divertimento

• Géneros: Clásica / contemporánea
• Formación: Con piano
• Coleccion: Siglo XXI

En el Divertimento para flauta travesera y piano de Jordi Lalanza se respira un aire de frescura y diversión (scherzando) tanto a los oyentes como a los propios intérpretes. En este caso no nos encontramos con una partitura de una gran dificultad técnica, pues el principal interés del autor respecto a esta obra ha sido siempre poder disfrutar de los sonidos y ritmos propuestos en esta partitura sin un planteamiento demasiado dificultoso interpretativamente.

La obra, escrita en un único movimiento de una duración de 8 minutos aproximadamente, combina momentos de grande lirismo cantabile con otros más rítmicos. Se inicia con una melodía presentada por la flauta muy expresiva y con gran libertad dónde posteriormente se añade el piano haciendo un acompañamiento de esta melodía añadiendo color armónico a esta melodía. Posteriormente el piano retoma el motivo presentado por la flauta al inicio de la obra para presentar un nuevo momento musical muy rítmico, intenso, contrastando así con el presentado anteriormente.

Todo este fragmento en el cual los dos instrumentos van hablando entre ellos se precipita hacia un obstinado rítmico hecho por el piano y una melodía interpretada por la flauta, aquí sentimos la mezcla entre el cantabile propio de un instrumento de viento y la percusión propia del piano. Más adelante volveremos a retomar toda esta sección no sin antes pasar por un momento solístico del piano jugando con diferentes tipos de acentos y picados (scherzando).

Después de haber insistido otra vez con este momento del obstinado rítmico pianístico y la melodía expresiva de la flauta, ahora tendrá su momento solista la flauta, combinando trinos, momentos más lentos y expresivos con progresiones con accel.

Una vez más volveremos a retomar el momento del obstinado pianístico, acercándonos así a una forma de rondó libre, para presentarnos otro momento lento y cantabile presentado por el piano. 
La obra culmina con un tempo Presto dónde todas las ideas rítmicas presentadas se precipitan hacia un final espectacular.

Jordi Lalanza