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Gevurah

Piano

FLAQUER, Jordi

Reg.: B.3760

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  • Formación: Solo.
  • Géneros: Clásica / contemporánea: Solos.
  • Idioma del comentario: Castellano, Catalán, Inglés
  • Soporte: Partitura
  • Nivel de dificultad: Alto-superior
  • Época: 2ª mitad S. XX - XXI
  • Editorial: Editorial Boileau
  • Colección: Siglo XXI
  • Nº de páginas: 24
  • Medida: 31,00 x 22,50 cm
  • Duración: 10'00"
  • ISMN: 979-0-3503-3483-2
  • Disponible en digital: No
  • Disponible en alquiler: No

Muchas veces he pensado que toco el piano por casualidad, que casi podía haber escogido otro instrumento si se hubieran dado unas circunstancias diferentes a las que me llevaron a la música.

Envidio, a menudo, la expresividad de otros instrumentos melódicos, especialmente la de las cuerdas frotadas, los colores bien definidos de los vientos, la calidez de la guitarra o el poder hipnótico del canto... A pesar de todo, y precisamente por su neutralidad, el piano me ha dado muchas cosas. No hay ningún instrumento con un repertorio más extenso, tanto para solo como para conjunto, que abarca desde piezas íntimas a obras magnificentes, monumentos de nuestra historia.

Es probablemente también gracias al piano que me dedico a escribir, y la obra Gevurah quiere ser una declaración de amor a este instrumento.
Mi composición empezó a tomar forma tomando como idea la cita de Stendahl que he escogido como encabezamiento de la pieza: «Amo la fuerza, pero la fuerza que yo amo tanto la puede tener un elefante como una pequeña hormiga». Creo que la frase concuerda con las características del piano, un instrumento creado para controlar el volumen dinámico y que, por su inmediatez, conecta tan bien la acción del gesto con el resultado sonoro.

Gevurah —palabra que en la cábala judía significa «fuerza», «justicia», «severidad»— pretende evocar los matices de esta energía. Es una pieza muy física, intencionadamente poco intelectual, sin buscar un lenguaje transgresor, con muchos pasajes para el lucimiento del intérprete. Es por eso que contiene ciertos momentos cadenciales y otros que a pesar de ser más líricos incluyen siempre algún tipo de complejidad técnica.

La obra está dedicada a mi querida Maria Molet, una de las mejores pianistas que conozco.

Jordi Flaquer

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Gevurah: partitura / score

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