Del mon dels infants / Del mundo de los niños
Suite nº 4 Op.16
- Guitarra
- Reg.: B.4044
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- Géneros: Clásica / contemporánea
- Formación: Solo
- Coleccion: Siglo XXI
¿Quién -consciente o inconscientemente- no recurre esporádicamente a su infancia para recrear momentos de felicidad? ¿Acaso recordar aquel tiempo, no hace que aflore una íntima sonrisa? ¿Cuántos juegos inocentes, cuántas ilusiones no asociamos a ritmos desenfadados o a melodías juguetonas? ¿Podemos evocar aquellos juegos y aquellas ilusiones a través de ritmos y melodías creados hoy, después de tantos años? Las 12 miniaturas de esta suite nacen del recuerdo de esa primera etapa de la vida y pretenden relanzarnos a ella a través de una música que, sin renunciar a recursos compositivos sofisticados, he tratado de articular a través de una expresión clara y directa. Al escucharlas, diría que poseen una dimensión casi cinematográfica que nos remite a escenas de la vida infantil como si, en virtud del medio de expresión -la música y la guitarra- se hubiesen comprimido para proyectar, sobre una pantalla, nuestro pasado íntimo y personal.
1. Momento feliz. Un grupo de cuatro semicorcheas y una corchea nos habla de alegría. La insistencia del motivo a lo largo de toda la pieza acabará dejándonos un sabor a irrefrenable vitalidad.
2. En un país lejano. Evocación de música oriental. Un cuento habla de magos, de genios y de princesas y nosotros, seducidos por el exotismo de los personajes, viajamos por países fantásticos.
3. ¡Corre que te pillo! Persecuciones, correteo. Arriba, abajo, derecha, izquierda...! La carrera se interrumpe bruscamente y, con un repentino cambio de sentido, recuperamos el impulso escurridizo.
4. La casa encantada. Parque de atracciones. Tibidabo. Entremos en la casa encantada con el corazón encogido. Oscuridad de caverna, centelleo de luces misteriosas que ponen al descubierto personajes intrigantes. Sus horribles gritos nos tensan los músculos. La proximidad de nuestros padres disipa nuestros temores...
5. El soldado de plomo. Un marcado ritmo de marcha acompañado de toques de corneta es conducido hasta una bitonalidad de carácter grotesco. Hasta aquí, nuestra mirada se mantiene con inmaculada inocencia. La aparición inesperada del repicar de un tambor seguido de dos acordes fuertes y disonantes evoca un momento trágico y nos aparta bruscamente de aquella ingenuidad primigenia.
6. Canción melancólica. Nos habla de una melancolía recordada, recreada y, en cierto modo, añorada. No se trata de la vivencia triste de la melancolía sino de la experiencia gratificante de aquel que la observa poéticamente desde la distancia.
7. Pobre payaso! El ritmo irregular de los acordes enlazados por el movimiento paralelo de las voces, dibuja un discurso inestable. Un personaje burlesco aparece en escena. Su aspecto nos hace reír pero, al mismo tiempo, un punto de tristeza invade nuestra percepción.
8. Pequeña travesura. La insistencia de dos corcheas staccatto deviene impertinente. Casi al final, la estridencia metálica de disonancias repetitivas sugiere la autocomplacencia en la diablura.
9. El país de los sueños. Música poética. Una progresión de acordes acoge los breves motivos melódicos de espíritu evocador. A mitad de la pieza, una melodía aparece como un canto lejano que es replicado -como ante un espejo- con un contra canto de sí mismo. La progresión de acordes con las pequeñas células cantables reaparece para, finalmente, dejarnos una fragancia duradera.
10. Jugueteando. Alternancia de acordes de ritmo juguetón, arpegios deslizantes, motivos expectantes... Atmosfera de incontrolable alboroto. Talmente, como si estuviéramos en medio de un juego improvisado del que fuéramos descubriendo sus reglas sobre la marcha.
11. Adiós al verano. Es el mes de septiembre. Juneda. Se acaban las vacaciones y contemplamos el paisaje que nos ha acompañado durante el verano. Los árboles ya han cedido sus mejores frutos y, poco a poco, se amarillean de otoño. De aquí a unos días, el colegio abrirá sus puertas a un nuevo curso. Los crepúsculos son frescos. Debemos abrigarnos. Los chopos filtran una luz de matices melancólicos...
12. El gegant del pi. Canción popular catalana del siglo XVIII que hace referencia al gigante que salía de la iglesia de Santa Maria del Pi (Pino). “El gegant del pi ara balla, ara balla…” (El gigante del pino ahora baila, ahora baila -dice la canción-). A pesar de parecer inagotable, en medio de la pieza, el peso de la estructura fatiga al porteador. El ritmo se mantiene pero con lentitud manifiesta. Poco después -recuperado el aliento- se reinicia la marcha con energía, a pesar de que, ahora, la música procedente de la calle adyacente parece querer imponerse.
Jaume Torrent
Barcelona, 31 de enero de 2020
Comentari / Commentary / Comentario
I. Moment feliç / Happy Moment / Momento feliz
II . En un país llunyà / In a Faraway Country / En un país lejano
III. Corre que t'agafo / Run…I Catch You! / ¡Corre que te pillo!
IV. La casa encantada / The Haunted House / La casa encantada
V. El soldat de plom! / The Tin Soldier / El sodadito de plomo
VI. Cançó melangiosa / Melancholic Song / Canción melancólica
VII. Pobre pallasso! / Poor Clown! / ¡Pobre payaso!
VIII. Petita entremaliadura / Little Prank / Pequeña travesura
IX. El país dels somnis / Dream Land / El país de los sueños
X. Tot jugant / Just Playing / Jugueteando
XI. Adéu a l'estiu / Farewell to Summer / Adiós al verano
XII. El gegant del pi / The Giant of The Pine (Catalan Folksong) / El gegant del pi (canción popular catalana)
Biografia / Biography / Biografía
Table of symbols / Tabla de signos
- Idioma comentario: Català/English/Castellano
- Soporte: Partitura
- Nº de páginas: 28
- Dificultad: Medio-alto
- Época: 2ª mitad S. XX - XXI
- Editorial: Editorial Boileau
- Medidas: 31 x 23cm
- Minutaje: 18:40
- ISMN: 979-0-3503-4112-0
- Colección: Siglo XXI
- Reg: B.4044