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RAMEAU, Jean-Philippe

Dijon 1683 - París 1764

Jean-Philippe Rameau (Dijon, 25 de septiembre de 1683 - París, 12 de septiembre de 1764) fue un compositor y teórico musical francés del Barroco.

Formado por su padre, organista de Dijon, Jean-Philippe Rameau hizo un corto viaje a Italia, que no le llevó más allá de Milán. Después, al principio de su carrera, ejerció en varias ciudades, como Aviñón, Lyon o Clermont-Ferrand. Después se instaló en París, completando su formación de organista con Louis Marchand (1.669 a 1732). Su primer libro de clave muestra la influencia de este maestro. Fue titular de los órganos de varias iglesias en París, pero no dejó ninguna obra para este instrumento.

Se convirtió protegido del granjero general Alexandre Le Riche de la Pouplinière. A partir de 1744 Rameau y su esposa tuvieron un apartamento en el palacio del granjero general en la calle Richelieu. Rameau vivió durante doce años y dirigió la orquesta privada de su mecenas. Experimentando con esta formación consiguió varias innovaciones musicales. Su lugar fue ocupado posteriormente por Stamitz y Gossec.

A la edad de cincuenta años, su obra se limitaba a algunos motetes y cantatas y tres recopilaciones de piezas de clave. Sin embargo, los dos últimos libros muestran una gran originalidad y se sitúan en la cima de la literatura francesa para este instrumento. En esta época, sus contemporáneos, a su misma edad, como Vivaldi, Bach y Händel, habían compuesto lo esencial de su importante producción. Por lo tanto, Rameau es un caso muy singular en la historia de la música barroca: ese "principiante" quincuagenario posee una técnica completamente desarrollada que todavía no se ha manifestado en el ámbito de su predilección, la escena lírica, donde eclipsará todos sus contemporáneos.

Después de algunos intentos infructuosos, consigue estrenar en 1733 su primera obra lírica importante: la tragedia lírica Hipólito y Aricia. Esta obra para la escena se sitúa en la gran tradición de Lully, pero la supera en cuanto a la riqueza de la parte musical. El viejo André Campra manifestó que había «bastante música en esta ópera para hacer diez», añadiendo que «Rameau eclipsará todos». Sin embargo, Rameau tuvo que reelaborar la versión inicial, porque los cantantes no conseguían cantar correctamente algunas de las arias, y particularmente el «segundo trío de las Parcas», la audacia armónica cuyo sobrepasaba todo lo que se había escuchado hasta el momento.

A pesar del rechazo de los Lullystes, que encontraban esta música demasiado moderna, opuestos desde entonces los Ramistes que la encontraban genial, el éxito inmediato impulsa la sus carrera de compositor emblemático del reinado de Luis XV. Tragedias líricas, pastorales heroicas, actos de ballet se encadenaron hasta la muerte del compositor. Rameau cambiar muy a menudo de libretista, no logrando nunca encontrar a las que pudiera producir un texto a la altura de su música. Es cierto que era muy exigente, con un carácter difícil y, al parecer, bastante tacaño.

Rameau fue uno de los protagonistas principales de la «Guerre diciembre Bouffons» que le enfrentó a Jean-Jacques Rousseau en la lucha entre la «tragedia lírica» según la tradición francesa de Jean-Baptiste Lully y la Opera buffa importada de Italia por esta época. Los dos hombres se habían unido entonces en una colaboración musical fracasada, que había irritado un poco Rameau y humillado Rousseau, músico mediocre a pesar de sus pretensiones. Debían mantener relaciones agrias; para Rameau era la armonía la que estaba marcada en el instinto natural del hombre y en la misma naturaleza de los sonidos, y no la melodía como afirmaba Jean-Jacques Rousseau. Rameau consideraba que la armonía regía la música y que la melodía no era más que una emanación de aquella.

Su obra teórica '' Traité del armónico réduite à ses principes naturels '' se considera muy importante para que funda la teoría moderna de los acuerdos y de la armonía. Fue escrita antes de iniciar su carrera de compositor lírico. Por su actividad paralela de teórico y de compositor, Rameau recibió el apodo de Euclides-Orfeo.