Meyerbeer destaca por la gran popularidad que disfrutó en vida y el olvido que sufre hoy. Sin embargo merece un lugar en la historia de la ópera como impulsor de la Grand Opéra, extravagancia con ballet, decoración y vestuarios elaborados, historias de héroes y música exagerada. Meyerbeer lo consiguió mediante la fusión del estilo orquestal alemán con la tradición vocal italiana, que fueron empleados en el contexto de libretos sensacionales y melodramáticos creados por Eugène Scribe que se vieron mejorados por la tecnología avanzada del teatro de la Ópera de París. Todo ello estableció una norma que ayudó a mantener en París como la capital de la ópera del siglo XIX.
Al mismo tiempo de sus éxitos en París, Meyerbeer, como kapellmeister de la corte de Prusia desde 1832, y desde 1843 como director general de Música de Prusia, también fue influyente en la ópera en Berlín y en toda Alemania. Fue uno de los primeros mentores de Richard Wagner, permitiendo la primera producción de la ópera de este último, Rienzi.
El gran sonido y la escala sobredimensionada de Meyerbeer inspiraron tanto a Verdi como al mismo Wagner.
Obras de Giacomo MEYERBEER

Ombra leggera
Aria de la ópera "Dinorah, o Il pellegrinaggio a Ploërmel". Acto II escena "Ahimé! che notte oscura!"
MEYERBEER, Giacomo
- Voz y Piano
- Reg.: B.1909

O Paradiso
de la ópera "La Africana". Fácil
MEYERBEER, Giacomo
- Piano
- Reg.: B.1698