Como máximo responsable musical del teatro del Liceo durante los años 1942-1953, fue uno de los impulsores de la joven Montserrat Caballé por los caminos de la lírica con sensatos consejos.
En 1943, Annovazzi fue contratado por un grupo de cinco patrocinadores reunidos alrededor de José María Lamanya para formar un Patronato con el fin de financiar los estudios posteriores a Victoria de los Ángeles.
Posteriormente, Annovazzi fue titular de la Orquesta Municipal de Valencia durante años. Durante este período, encontró dos copias manuscritas de L'arbore di Diana de Vicente Martín y Soler a los archivos de Oxford y Nápoles y, después de un atento trabajo de revisión de la partitura, representó la obra primero en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, y más tarde en Valencia.