De los representantes de la corriente belcantista, Donizetti fue el más prolífico con 71 óperas escritas entre 1816 y 1844, y reforzó las composiciones vocales de conjunto, como los cuartetos o sextetos, los efectos del corazón y la importancia de la orquesta. Ha devenido célebre sobre todo por su obra lírica, pero también compuso 31 cantatas, 116 obras sacras, 21 aperturas de concierto, 19 cuartetos para cuerdas, 183 canciones y arias, 56 dúos, tríos y cuartetos vocales, 44 solos y duetos para piano, etc.
Fue un trabajador incansable. Una vez había compuesto la ópera, él mismo se encargaba de enseñar los cantantes y adaptar la partitura a sus características, ensayar con los músicos de la orquesta, y finalmente dirigir al menos las tres primeras funciones del nuevo trabajo. Sólo dos óperas las estrenó sin su supervisión y fueron un fracaso. Si esto no fuera suficiente, mientras ensayaba una ópera ya se encargaba de negociar en otra ciudad el estreno de su siguiente ópera. A pesar de su vida ajetreada, Donizetti era conocido por el buen trato e hizo leales amigos dondequiera que fue. Era considerado un hombre de una amplia cultura, muy leído y capaz de conversar de cualquier tema.